A veces la vida nos depara experiencias totalmente opuestas, en un mismo instante y en un mismo lugar.
Asimilar emociones tan dispares y contradictorias puede ser difícil.
Lo digo ahora que recuerdo a una de mis clientes que intenta conjugar el odio que siente por su madre con el amor que ésta le profesa.
En momentos así, una cascada emocional inunda a la persona y un sinfín de sentimientos opuestos pelean por sobrevivir. Sé que eso pasa porque lo he vivido, y veo que también les pasa a mis clientes… En esos momentos, me viene a la mente una anécdota:
Cuando era una adolescente presumida y quería comprar ropa nueva, mi madre solía decirme: “tienes que vaciar y ordenar este armario, si no, no entra nada nuevo aquí”.
¡¡Cuánta razón tenía!!
También en esta vida hay que ordenarse de vez en cuando, escuchar bien todo lo que sentimos y renovar… para poder aprender cosas nuevas.
Muchas veces las pérdidas se relacionan con el cambio y el renacimiento, aunque para ello sea necesario pasar por el dolor y la pena de perderlas.
Así que a todos aquellos que pasáis (y pasamos) a menudo por pérdidas, grandes y pequeñas, recordad que es necesario vaciar para poder volver a llenar.
Un abrazo.
Marta Beranuy
Cuánta razón Marta!
Vaciar parar poder llenar. y sobretodo cuando el proceso de vaciado nos inunda de pena, dolor, rábia, impotencia, … que difícil poder encontrar de nuevo el equilibrio con éste sinfín de emociones. Aún así, es necesario vivir, soñar y darnos cuenta que detrás de estas emociones estan las ganas de superarse, el optimismo, la amistad, …
Tenen el armario lleno no siempre es sinónimo de plenitud, demasiadas cosas y sentimientos superficiales. Con poco y sincero siempre podremos tener más orden, …
Hasta la próxima! Y espero que sea muy pronto!