“La primavera está llegando, créeme, como siempre lo hace, con cualquier forma que elija tomar, y yo tengo ganas de que empiece un periodo de enorme actividad en mi huerto.
Tradicionalmente, las patatas tempranas se siembran el lunes de Semana Santa. Esto es, por supuesto, si no está lloviendo o nevando, o si el suelo no está demasiado duro o demasiado blando, o ciertamente, ¡si no estoy en la cama con gripe!
Me pareció un buen momento para pensar en los hábitos y considerar que una gran parte de nuestras vidas está dirigida por ellos.
En general, las patatas saben cuándo crecer y cómo crecer. Tienen Inteligencia de patatas. Lo único que tenemos que hacer es proporcionarles el espacio y las condiciones para crecer. Nosotros no sabemos cómo crece una patata; solo sabemos facilitar su ‘ser una patata’.
Me pregunto cuantas de nuestras dificultades en el trabajo vienen de pensar qué tenemos que saber.
Una curación, un estado de equilibrio, ¿solo puede ocurrir si tengo suficientes conocimientos? Esto solo sería verdad y posible si yo tuviera todo el conocimiento.
La otra vía, tal vez, es confiar en la Inteligencia de la patata. ¡Ella sabe!
Creo que a veces nos involucramos demasiado con el método en detrimento de estar en contacto con la esencia, que no es método; o nos involucramos con cualquiera de las maneras en lugar de estar en contacto con la Inteligencia que transportan, tal como un templo contiene el Espíritu. Las mareas no son Ello, la esencia es Ello.
¡Qué miedo a renunciar a la seguridad del saber! Pero, solo renunciando a lo personal, que es conocimiento, podemos llegar a lo transpersonal, que es Esencia.
Me siento feliz de trabajar con cualquiera que quiera esta inseguridad. ¡Tengo mucho que ofrecer al debate!
Entre tanto, mis patatas están en la oscuridad, y sus primeros brotes, ciegos pero inteligentes, están empezando a salir”.
Mike Boxhall
