15 marzo

Las adicciones, problemas enmascarados

La adicción a Internet, al móvil, a los juegos de rol on-line, al sexo, al ejercicio físico, al trabajo… En muchos sitios oímos hablar de estas adicciones, los medios de comunicación se han llenado de estos términos, pero pocos son los usuarios que consultan a un médico o psicólogo con una de estas adicciones como motivo de demanda. Quizás sea porque falta mucha información y la gente aquejada de estos problemas no sabe que puede recibir ayuda.

Los psicólogos no se ponen de acuerdo en afirmar que éstas sean o no adicciones. En el caso que lo sean, ¿cómo las podríamos describir o diagnosticar? Actualmente, el DSM-IV-TR, que es el manual en el que se incluyen todas las enfermedades mentales que la Asociación Americana de Psiquiatría considera “existentes”, no contempla las adicciones sin sustancia. Según este manual, solo existen las adicciones a las drogas, legales o ilegales. Pero muchos otros investigadores abogan por incluir, en dicho manual, adicciones sin sustancia, que responden de una forma muy parecida a las otras adicciones. Entre las más aceptadas están el juego patológico y la adicción al sexo. Sobre las adicciones a las tecnologías, parece que el comportamiento que tenemos con el móvil no reúne las características que lo acercarían a la adicción, pero sí Internet. Éste tiene muchas aplicaciones que resultan tan adictivas que muchas personas podrían tener problemas graves.

¿Por qué pasa eso?, ¿cómo podemos volvernos adictos a algo que no tiene sustancia para generar adicción? Pues como se lleva viendo desde hace tiempo, las adicciones son algo más que una sencilla relación con la droga en cuestión. Por lo general, la persona con una adicción tiene un problema subyacente del que ha intentado escapar con el alcohol, las drogas, Internet, el sexo o el juego… éstos brindan una oportunidad para evadirse de los sentimientos más desoladores y durante un tiempo parece que funcionan, pero después, las consecuencias negativas de estos comportamientos nos traen nuevos problemas. Y ¿cuáles son esos problemas enmascarados? Puede ser el malestar psicológico, el vacío existencial, la soledad, los duelos no resueltos, los problemas relacionales, la baja autoestima…

Cuando nos pasa eso, una salida más sana es la psicoterapia. En psicoterapia se puede trabajar para que la persona conecte con el problema más profundo que le mantiene atado a la adicción. En psicoterapia, terapeuta y cliente trabajan juntos para buscar soluciones menos dañinas para el cuerpo y más lúcidas para la mente.

5 respuestas a “Las adicciones, problemas enmascarados”

  1. Julio dice:

    Hola Marta. Me ha gustado mucho tu artículo. Adictos a conductas. Me parece novedoso. Trabajáis e grupo o en terapia individual. Gracias.

    • Marta Beranuy dice:

      Hola Julio, muchas gracias por tu comentario. Trabajamos en terapia individual y de grupo, ambas dos. De todas formas según la demanda de cada persona le recomendamos una, otra o las dos a la vez. Si tienes alguna duda más concreta, te animo a llamar al Taller, te atenderemos encantados. Saludos, Marta.

  2. Roberto dice:

    Interesantísimo artículo. Habiendo vivido muy de cerca alguna situación de este tipo, creo que es muy importante el que muchas adicciones no existen por sí mismas, sino que son generadas por problemas de fondo, y es reconfortante saber que hay profesionales que tratáis así estos casos para ayudar de verdad a solucionar estos conflictos. Os lo agradezco en nombre de todas las personas a quien vais a ayudar, sin ellos saberlo, a que sus difíciles casos particulares no desemboquen en auténticas desgracias para sus vidas y las de sus seres queridos. Un abrazo.

  3. Cristina dice:

    Muy buen articulo! Tal y como se deja ver en el escrito, existen muchas mas adicciones, que las que contemplan sustancias adictivas. En la actualidad, se pueden ver muchos casos de personas adictas al juego, al trabajo, al gimnasio o a otras muchas cosas mas. Yo no soy psicóloga, pero considero que muchas de estas adicciones tienen que ver con las endorfinas que segrega nuestro cuerpo al realizarlas o bien suponen una vía de escape a otro problemas no identificados. De todas formas, coincido con Marta en que deberían ser tratadas y consideradas como una enfermedad más. Un saludo.

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