El 1 de septiembre, todavía verano, tuve una experiencia que me conectó con cómo se puede manifestar la ansiedad, cómo se puede disparar en un momento y cómo me puedo descontrolar..
Me apetece contároslo, porque sí, y porque creo que una experiencia + reflexión posterior = aprendizaje = crecimiento. Y el escribir me ayuda en ese camino. Aunque el exponerlo en el blog me dé cierto vértigo (“transmitiré bien lo que quiero decir?”; “cómo se leerá que yo, terapeuta, diga que tuve miedo y ansiedad?”, bla,bla,bla).
Ahí va lo que escribí al día siguiente:
“Ayer fui a un bautizo de buceo.
Y sentí agobio al empezar la inmersión, a tan solo 2 mts, al empezar molestia oído…
Experiencié el miedo y cómo puedo descontrolarme en tan solo unas décimas de segundo…y la necesidad de salir a la superficie…boquear…
Y reconocer que no iba bien…pedir ayuda…la imagen de Javier hablándome de su padre…y ser tranquilizada y querer volver a intentarlo, y nuevamente el agobio, así 3 veces…darme permiso para decirle al instructor que era la última vez que lo intentaba, que si no, me retiraba.
Y volví a bajar, siempre sintiendo una mano en mi hombro…y empecé a confiar en que podía respirar todo el aire que quisiera, la bombona me lo ofrecía…era simplemente tomar el aire que necesitaba y espirar… Empecé a confiar en esa mano en mi hombro que me guiaba, y en esa otra mano que a los 5 mts cogió la mía con suavidad y seguridad y me señaló a mis compañeros esperándome abajo…
Y llegué al fondo, 10 mts…y paseamos con la agradable compañía de pulpos, peces, erizos, otro ritmo de vida, otra visión.
Miedo, ansiedad, la potencia del contacto de una mano, confiar, querer y creer…y llega la tranquilidad…”
Para ti Javi, por haber compartido conmigo tu dolor justo unos días antes de mi bautizo de buceo, no sabes cómo me acordé de ti y, sin conocerle, de tu padre. Casualidad?
Para mi aizkolari preferido, porque me has ayudado a entender tu ansiedad y cómo tu bipap es para ti lo que para mi fue la bombona en ese momento. Empatizar, sentirme cerca.
Para todos aquellos que intentamos ayudar a otros con sus ansiedades, sus miedos, y nos esforzamos para que mejoren. Reconocimiento, el sintonizar con su onda, su ritmo.
Para todos los que me habéis cogido de la mano en unos y otros momentos de mi vida, y me habéis enseñado, sostenido y acariciado. Agradecida, sintiéndome querida.
Yolanda Santesteban
Yolanda, gracias por compartir semejante experiencia!! Me ha gustado mucho leerla y me ha recordado algo similar. En mi primer bautizo de buceo yo también sentí esa ansiedad al vivir la dificultad por respirar… Y también viví la dependencia de la bombona, y la necesidad de la confianza en algo totalmente ajeno a mi control… Todo eso nos ayuda mucho a empatizar con todos aquellos a los que intentamos ayudar en nuestro día a día, así que genial!! Felicidades por tu bautizo y enohorabuena por lograrlo!!!