17 marzo

A mis grandes maestros

A veces la vida sucede. Otras veces ocurren cosas que no puedo mirar o que no quiero ver; y muchas otras, sencillamente transcurren y yo estoy ahí para degustar.
A veces pasa que repito aquello que ya había vivido, y vuelvo a hacerlo igual, a pesar de saber que quería cambiarlo. En esas situaciones siento que vivo en un círculo que me vuelve y me devuelve al mismo lugar…

Otras veces consigo hacer algo distinto.
Esas veces, siento que he aprendido un trocito de lección y que por fin, un giro se ha articulado de forma diferente en mi vida y ha tomado forma de espiral.
Reconozco que muchas veces los círculos han estado presentes y me han mantenido ahí, pero agradezco a todos mis maestros que me han movido de dónde estaba para, desde un simple cambio de perspectiva, poder andar en una espiral distinta.
A mis maestros, como mi madre al morir, mi abuelo al vivir, mi psicóloga al mostrarme, mi pareja al reflejarme, mi hija al comprometerme y exigirme, mis amigos al rechazarme y mi yo más interno, al aceptarme… a todos ellos, gracias por existir.
De ellos he aprendido aquello que muchas veces procuro transmitir en psicoterapia. Unas veces ha sido lo técnico, otras veces lo más académico, y muchas otras, las vivencias más personales, las que me han hecho trabajar bien. También en ese camino profesional, aprendo todos los días.

Marta Beranuy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *