“Lo que cura es la relación” I. Yalom.
Me gusta esta frase y creo en ella. La recuerdo muchas veces y me sitúa en “la” actitud terapeútica, en el centro vacío, en la atención flotante de Freud y en el conjunto de aptitudes necesarias para el trabajo como terapeuta.
A veces hago más cuanto menos hago, porque al dejar de hacer, estoy más presente,
cuando no interrumpo lo que está ocurriendo ó va a suceder,
cuando presencio sin forzar,
reflejo sin proteger,
confío sin entender,
e intervengo lo necesario para tí, no para mí.
Observando los procesos de mis clientes y mi propio proceso constato como el trasfondo común a todos ellos es esa “nueva” relación que se crea entre cliente y terapeuta, ese nuevo filtro desde donde despertar a ser consciente de uno mismo y la realidad, desde donde poder observar y conocer mis propios filtros, descubriéndolos como filtros y pudiendo intuir la vida y la experiencia con mayor amplitud, riqueza y diferencia. (De hecho, una de las principales funciones de la psicoterapia se dedica a detectar, comprender y observar el contenido, el origen y la organización de dichos filtros: cómo pensamos, cómo relacionamos, como percibimos lo que ocurre y como nos sentimos y actuamos después. Veo lo que soy).
Es desde la relación desde donde nos hacemos, desde la relación padres – hijos.
La psicoterapia es otro contexto donde vuelve a darse esta relación, con otro lenguaje externo e interno, ofreciendo tiempo y lugar a lo que somos y no pudo ser. Y una actitud COAL (Daniel Siegel en “The Mindful Brain”) supone el eje de esta nueva relación: curiosity, openness, aceptance, love).
Mi atención y curiosidad actuales (que iré compartiendo en este blog) están en el trabajo terapéutico desde el cuerpo, en el campo neuropsicológico, en la consciencia plena (como aplicar mindfulness en psicoterapia) y en algunas técnicas neurológicas como el brainspotting y en cómo todas ellas se entretejen y están interrelacionadas.
De hecho, un trabajo personal de mindfulness, de consciencia plena sobre los estados y procesos internos está siendo una forma de autorelación, de sintonía conmigo misma, sintonía necesaria para continuar mejorando la relación terapeútica, seguir haciendo de espejo limpio y claro ante el cliente, hacerme presente para él y lo que trae a sesión, centrándome en él, siendo yo misma más allá de mi historia…
Nuria Zabala
Gracias por acompañarme en mi camino durante un precioso tiempo( ahora que miro hacia atrás), gracias por ayudarme a conseguir mi libertad emocional y manejar mis propias decisiones. Espero disfrutar de tu compañia de nuevo durante este hermoso viaje que es la vida.
desde el que envedo un nfamero de cuenta y las inucestcionrs concretas para iniciar el trabajo. Si tienes me1s dudas, pregfantame, porque me sirve para otras personas que lleguen y tengan las mismas preguntas que tfa.Un saludo!Mf3nica Alvarez
Recibo tu agradecimiento y me alegra saber de tí. Que continue siendo hermoso tu viaje, yo también he recordado el tramo que compartimos. Un abrazo.